
Vamos a empezar este momento de entrega y abandono consciente en Dios, mirando fijamente uno de los objetos que tengas al alcance de tu vista…. Míralo fija y pausadamente durante unos minutos; no pienses en el objeto, no le pongas nombre ni etiquetas, tan sólo míralo…. A la vez que tienes toda tu atención puesta en el objeto, siente cómo tu cuerpo se va relajando….. tu cabeza… tu rostro… los hombros van cayendo relajados… tus brazos y manos descansan…. Recorres la columna… sientes tus nalgas apoyadas en la silla y vas bajando hacia los pies que descansan sobre el suelo……
Quizá notes que alguna parte de tu cuerpo empieza a vibrar… descansa tu atención en la vibración y déjate absorber por ella…… o quizá percibas que experimentas dos niveles de atención: ves el objeto y al mismo tiempo vas penetrando en tu cuerpo interno….. Siente tu cuerpo desde dentro….. habita tu cuerpo con plena atención en él… habita tu cuerpo-habita tu cuerpo………. Siente tu cuerpo desde dentro………… enraízate en él…………. Deja correr tus pensamientos sin detenerte en ellos y dirige tu atención al cuerpo interior…….. percibe como poco a poco vas moviéndote a una más profunda realidad………… la Presencia Divina habita dentro tuyo………… déjate atraer y absorber por esa Presencia…… ábrete completamente a esa sensación honda de sentirte habitada…………
Ahora escucha atentamente y deja que penetren y se impregnen en tu cuerpo las palabras que dirige Dios a toda tu persona: «Permanece abierta….. receptiva…. abandonada….. en hondo silencio interior………… déjate amar……….. entrégate totalmente………… descansa en mí…. quiero hacerte UNA en mí… eres mía……… me perteneces………… te he llamado por tu nombre………»
Permanece……….. permanece ………….. permanece atenta a esa presencia. No permitas que la mente se aleje y haga excursiones a otros lugares ….. si te distraes, vuelve tu atención al cuerpo interno donde te sientes habitada por una Fuerza y una Presencia más grande que tú misma………… descansa ahí…. permanece ahi …. y vuelve la mirada al interior siempre que te distraigas……….. Permanece así: receptiva, atenta, abandonada, entregada durante 20 minutos….
Nota:Si tienes un “timer” ajústalo a 20 minutos……… El concretar el tiempo, ayuda a permanecer en la Presencia con plena atención, sin pensar en que se te va a hacer tarde para otras cosas.
Paloma Marchesi, cm
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