María Felicia de Jesús Sacramentado: La Chiquitunga

El próximo 23 de junio de 2018, el Carmelo Descalzo contará con una nueva beata, pues será beatificada: Felicia Guggiari Echeverría, más conocida como “Chiquitunga”, ella será la primera mujer beata de Paraguay.
¿Pero quién es la “Chiquitunga”?
María Felicia Guggiari Echeverría, nació en Villarrica (Paraguay) el 12 de enero de 1925. Era la mayor de siete hermanos.
Fue bautizada y confirmada en la catedral de Villarica y allí, en su ciudad natal, cursó los estudios de primaria, en el colegio Mª Auxiliadora, y secundaria en la Escuela Normal Nº 2 Manuel Gondra.
En el año 1941 se unió a la Acción Católica y conoció al Siervo de Dios Padre Julio César Duarte y al Padre Julio C. Prieto.
En el año 1950 la familia se mudó a la Ciudad de Asunción y Felicia ingresó en la Escuela Normal de Profesores, Presidente Franco, También la encontramos en seguida en la Acción Católica de Asunción donde trabajaría en la catequesis de niños, jóvenes trabajadores, universitarios con problemas y, además, con los pobres, los enfermos y los ancianos, e incluso trabajó en la pastoral carcelaria. “En todos los trabajos que estoy realizando trato de poner el sello de nuestro espíritu cristiano, porque quiero que todo se sature de Cristo y donde quiera que sea pueda dejar un rayito de luz”, escribió durante sus años de intensa vida apostólica.
Su necesidad de entrega era grande que: “No sabría explicarle la ansiedad, el deseo intenso de trabajar exclusivamente, entregada en cuerpo y alma por causa de Cristo, al apostolado; sed, verdaderamente sed, tengo de una inmolación más efectiva”. “Ser apóstoles, Señor, que hermoso sueño”, escribió.
En abril de 1950 tuvo su primer encuentro con Angel Sauá, estudiante de medicina y miembro también de la Acción Católica; con él compartió una profunda amistad y el ideal de entrega a los más necesitados de su sociedad.
Entre ellos surgió algo más allá de la amistad y el ideal compartido. El amor se hizo presente en el corazón de ambos.
Se hablaba incluso de noviazgo entre ambos mientras compartián la ayuda a los más pobres, enfermos y necesitados. En una de sus profundas conversaciones prometieron inmolar ese amor y entregar sus vidas por el Reino. Él ingresó en el seminario y tiempo más tarde ella ingresaría en el Carmelo de la Asunción.
En los años 1951 y 1952 enseñó en la Escuela Parroquial de los Redentoristas.
En agosto de 1952 tuvo un encuentro en el Hospital Español con la priora de las Carmelitas Descalzas de Asunción, Madre María Margarita del Corazón de Jesús. En este año concluye sus estudios de Profesora Normal.
En mayo del año 1953 fue nombrada Delegada Arquidiocesana de Pequeñas de la Acción Católica Paraguaya.
En enero del año 1954 en medio de una fuerte crisis hace ejercicios espirituales y entiende claramente como el Señor la llama al Carmelo.

Un año después, en febrero del año 1955 ingresó al Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Asunción y, en agosto de ese año, vistió el hábito de Carmelita Descalza con el nombre de María Felicia de Jesús Sacramentado.
Dicen las MM Carmelitas de la Asunción que «en los cuatro años que la querida hermana vivió entre nosotras, se caracterizó por su gran espíritu de sacrificio, caridad y generosidad, todo envuelto en gran mansedumbre y comunicativa alegría».
Su entrega y su amor por Cristo era pleno, y se refleja en varias de sus poesías:
Ábreme, Jesús, la puerta; golpeando estoy ha rato. ¿No me escuchas que no sales?, ¿o dormido estás acaso? Ábreme, Jesús, que es tarde y he salido así corriendo de entre medio del barullo; he querido estar con Vos. Ábreme, abre, te ruego, la puertita del Sagrario, aun si duermes y descansas, para yo velar tu sueño.
En enero del año 1959 María Felicia de Jesús Sacramentado enfermó de una infección en el hígado y fue internada en el Hospital Cruz Blanca. El miércoles santo del año 1959 fue dada de alta y se reintegró a la comunidad. Finalmente, el día 28 de abril del año 1959, tras pedir que le lean el poema de Santa Teresa de Jesús “Muero porque no muero”, murió exclamando: “¡Jesús, te amo! ¡Qué dulce encuentro! ¡Virgen María!”..
A lo largo de su vida, Chiquitunga realizó muchísimas buenas acciones y ayudó a numerosísimos semejantes; en verdad, fue una santa mujer, de vida limpia y que amó profundamente a Dios.
Fue declarada Venerable por el papa Benedicto XVI, el día 27 de marzo del año 2010.
Mª Victoria (Charo) Alonso
(Informaciones tomadas de diversas páginas de internet)
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