Al mal tiempo… Confía en Él… confía en ti…

Había una vez una persona que vivía al lado de una carretera donde vendía unas ricas Hamburguesas.
Estaba muy ocupado y por lo tanto no oía la radio, no leía los periódicos ni veía la televisión.
Alquiló un trozo de terreno, colocó una gran valla y anunció su mercancía gritando a todo pulmón: «Compren deliciosas Hamburguesas calientes».
Y la gente se las compraba.
Aumentó la adquisición de pan y carne. Compró un terreno más grande para poder ocuparse mejor de su negocio. Y trabajó tanto que dispuso que su hijo dejara la Universidad donde estudiaba Ciencias Comerciales a fin de que le ayudara.
Sin embargo, ocurrió algo importante…
Su hijo le dijo: «Padre, ¿pero no escuchas la radio, ni lees los periódicos?. Estamos sufriendo una grave crisis. La situación es realmente mala; peor no podría estar».
El padre pensó: «Mi hijo estudia en la Universidad, lee la prensa, ve la televisión y escucha la radio. Sabe entonces lo que dice».
Compró pues menos pan y menos carne. Sacó la valla anunciadora, dejó el alquiler del terreno con el fin de eliminar los gastos y ya no anunció sus ricas Hamburguesas. Y las ventas fueron disminuyendo cada día más.
«Tenías razón hijo mío», le dijo al muchacho. «Verdaderamente estamos sufriendo una gran crisis».

Era Bruno un payaso, un payaso feliz no tenía malicia, ni sabia mentir le gustaba la luna de las noches de abril y su único trabajo, y su único trabajo era hacer reir.
La gente le decía:»¡Encuéntrate! tu tienes otra vida:¡Encuéntrate!» Bruno pensaba:»¿Por qué, Señor? ¿Cuál es mi vida?¿Quién seré yo? Sucedió que una noche, una noche de abril se quitó el maquillaje y no quiso salir. Se marchó por la vida en busca de otro yo, y dicen que hubo un circo, y dicen que hubo un circo que nunca más rió.
La gente le decía:»¡Encuéntrate! tu tienes otra vida:¡Encuéntrate!» Y aquella noche que se encontró, el pobre Bruno cómo lloró.
Si te gusta la luna de las noches de abril, si has logradio en tu vida al triste hacer reír, mira tranquilo al cielo, puedes vivir en paz. Diós hizo en ti un milagro, Dios hizo en ti un milagro de amor y de amistad.
Si la gente te dice:»¡Encuéntrate!, tú tienes otra vida:¡Encuéntrate!» Recuerda el circo que, tiempo atrás, por un payaso no rió más; por un payaso no rió más.
No podemos negar la crisis que estamos viviendo en muchos ámbitos, no solamente el económico.
Pero dando vueltas alrededor de la palabra y de la situación no vamos a avanzar mucho.
Es tiempo de hacer buenos negocios negocios, buenos trabajos, buenas tareas.
Si nos empeñamos en fracasar, fracasaremos. Si nos mentalizamos para ganar, hay esperanza, ganaremos.
Es una elección personal, que depende de que confíes en tu experiencia y en tu percepción de la realidad, aunque los «expertos» no estén de acuerdo, aunque te tachen de iluso, aunque … recuerda… hubo un circo, que nunca más rió…
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