64 años de servicio

SALUDO AL INICIO DE LA EUCARISTIA EN LA DESPEDIDA
DE LA COMUNIDAD DE TORTOSA
(10-01-2015)
Muy querido Sr. Obispo, Mn. Ramón y sacerdotes concelebrantes, amigos todos y feligreses de esta parroquia del Roser. El Señor nos ha congregado en torno al altar en este domingo que la Iglesia celebra el Bautismo de Jesús. Un Jesús que se nos presenta como el Hijo Amado del Padre, Luz de las naciones y El que pasó por este mundo haciendo el bien.
Con esta fiesta concluimos el tiempo de Navidad. También vosotros el día 31 disteis por finalizado el Centenario de la fundación de la Parroquia del Roser. Y hoy las carmelitas misioneras queremos con esta Eucaristía agradecer al Señor por todos estos años que hemos vivido en Tortosa y concluir así nuestra misión entre vosotros.
Han sido 64 años, en los que las carmelitas misioneras hemos entregado y recibido mucha vida. Fue el 10 de Octubre de 1950 cuando las primeras hermanas llegaban para trabajar en la Clínica de «La Alianza». Eran las hermanas Asunción Farré, Enriqueta Nagore, Fe Belmonte y Carmen Brunet. Cuenta la Historia que el Presidente y la Junta local de la Clínica salieron a esperarlas a la estación y que el Sr. Obispo de entonces, Dn. Manuel Moll y Salord, manifestó su alegría al recibir a las carmelitas misioneras en su diócesis, pues él las había conocido siendo monaguillo en Ciudadela (Menorca). Dicen que incluso solicitó otra fundación para el Seminario de Tortosa, que no llegó a término.
Las hermanas durante muchos años se dedicaron a la atención y cuidado de los enfermos en la Clínica «La Alianza», con gran entrega, generosidad y cariño. Muchas son las que han pasado por la Clínica y han dejado su huella imborrable. Es imposible nombrarlas a todas, algunas ya están en la casa del Padre, otras siguen en las comunidades de la Provincia ofreciendo sus servicios o dejándose cuidar por otras hermanas. Para todas ellas ofrecemos hoy desde aquí nuestro reconocimiento y nuestra gratitud.
En el año 1983 la situación laboral de las hermanas fue cambiando notablemente, así como la proyección apostólica, por lo que se pensó en el traslado de la comunidad a unos pisos, cerca dela Clínica. Losmotivos que adujeron eran: La reducción del número de hermanas, el ambiente laboral de la Clínica y el proyecto de abrirse a la labor pastoral en aquella zona. Las hermanas que podían, seguían trabajando en la Clínica pero a la vez se inició el trabajo de pastoral con jóvenes.
Poco a poco las hermanas se fueron jubilando, pero permanecieron fieles a las actividades pastorales en esta parroquia del Roser y en la diócesis: catequesis, grupos de oración, pastoral juvenil, visitas a ancianos y enfermos, colaboración en el coro y en la animación de las Eucaristías… Han sido numerosas las hermanas que han trabajado con ilusión y entusiasmo, dedicación y entrega en esta misión evangelizadora en la parroquia y enla diócesis. Algunashan querido acompañarnos en este día: Hna. Socorro Iñigo, Mª Carmen Parra y las que actualmente forman la comunidad: Hnas Julia Trapero, Elena Zubillaga, Agustina Echeverría,María Rodríguezy Mercedes Tellechea. A todas les agradecemos de corazón su trabajo del día a día, su presencia callada y entregada a esta parroquia. Sabemos que siempre han contado con la colaboración incondicional del párroco, Mn. Ramón, de las catequistas, familias, niños, jóvenes y adultos. Para todos y todas nuestra gratitud por el apoyo y la ayuda recibidas. Estamos seguras de que la semilla sembrada en los corazones fructificará a su debido tiempo.
Queremos también agradecer a Don Enrique Benavent, nuestro Obispo el que haya querido acompañarnos en esta despedida. No le ha tocado el momento de gloria, sino de desprendimiento. Gracias Dn. Enrique por estar aquí. La situación por la que atraviesa la Iglesia yla Vida Religiosaen España no esla mejor. Perosabemos que el Señor camina con nosotros y que dondequiera que nos encontremos Él nos dará fuerza y valor para anunciar su Evangelio y ser presencia de la ternura y amor de Dios entre las gentes.
Gracias también a todos vosotros que habéis querido acompañarnos en este día. Pidamos al Señor en esta Eucaristía que nos disponemos a celebrar, que sepamos ser mensajeras del Evangelio con nuestra vida y pasar, como Jesús, haciendo el bien a todos. ¡MOLTES GRACIES A TOTS PERLA VOSTRA PRESENCIA!
Mª Esperanza Izco, Superiora Provincial
Multiple 18/01/2015
















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