
Te ofrecemos una Celebración para la Fiesta de Francisco Palau el día 7 de noviembre.
La han preparado las hermanas de Bogotá, Colombia: Cruz Elena Betancour Cano y Beatriz Elena Mejía Hurtado.
La han publicado en una Carpeta que lleva por título: Recursos para orar en simbología Palautiana.
«Marcharé por los caminos que Él quiere abrirme»
1. AMBIENTACIÓN:
Escuchemos lo que Francisco Palau nos dice: Carta 30,2-3 (Cf. Escritos Pág. 1058).
«Desde el año 1843 al 1855 he atravesado una montaña, en donde de noche, sin camino, entre borrasca y tempestad, he tenido que sufrir y aguantar ataques de todas partes, pruebas las más rudas, y que de un momento a otro de esa sombra saldrá una luz que te descubrirá el camino; y esa esperanza, infundida no por la sombra (era incapaz) sino por el espíritu profético, te alentaba, te animaba y confortaba, y este espíritu recto, sano y bueno, no te engañaba.
Este mal tiempo ha terminado para ti, porque ha ter¬minado para mi. Camina, pues, y da un paso más y descan¬sarás en medio del camino. De lo que te digo, el tiempo res-ponderá. No juzgues por lo pasado de lo que vendrá. porque te engañarías. Continúa, pues, siguiendo y la sombra será luego una realidad […].
Es de tu interés espiritual que yo sea fiel, fidelísimo a Dios; que oiga y ponga en práctica sus órdenes y consejos, y que marche según la vocación, y por los caminos que El quiere abrirme.
(Es Cubells (Ibiza, 1 junio de 1855, Carta a Juana Gratias: Ibiza.
2. Canto:
CAMINANTE NO HAY CAMINO,
SE HACE CAMINO AL ANDAR
3. ILUMINACIÓN BÍBLICA: Deuteronomio 30,15-20; Isaías 55, 6-9
«Buscad a Yahveh mientras se deja encontrar, llamadle mientras está cercano.
Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase a Yahveh, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios que será grande en perdonar.
Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos» (Is 55,6-9).
Breve silencio.
• Salmo 121. Proclamado con música de fondo:
¡Qué alegría he descubierto al sentirme Iglesia!
¡Qué alegría al saber que camino dentro de un Pueblo Nuevo!
¡Qué alegría, Señor, caminar, como hermanos/as hacia tu casa!
Es bello caminar todos/as unidos/as,
es suave avanzar apoyado/a en el hombro de mis hermanos/as,
es dulce compartir los gozos y las alegrías del grupo,
es hermoso hacer de nuevo el camino con las manos dadas.
Nuestros pies, Señor, se han puesto en marcha y tu Espíritu es su aliento;
nuestros pasos, Señor, están guiados por tu Palabra;
ante nosotros se abren las puertas de una nueva humanidad;
y se llena el corazón de gozo a medida que el Pueblo avanza.
Con tu Iglesia, Señor Jesús, caminamos dejando huellas en la historia;
vamos subiendo contigo, tomando parte en tu destino: la cruz;
dejamos a nuestro paso semillas profundas de tu Evangelio.
Alienta nuestra marcha; anima nuestro peregrinar, Señor.
Haznos sembradores/as de paz a lo largo del camino;
que germine la paz como fruto de la justicia en nuestra tierra;
que nuestras manos se abran al dolor de los hombres y mujeres de corazón roto;
y que dejemos en el camino el pan y la sal como señal de ser tus testigos.
4. ILUMINACIÓN PALAUTIANA:
«En esta salida que he hecho de Ibiza, he buscado conocer mi misión. Para mí estos últimos días en Palma y Ciudadela son y serán memorables, porque el Señor se ha dignado fijarme de un modo más seguro el camino, mi mar¬cha y mi misión. El Señor me ha concedido en la Iglesia cate¬dral de ésta lo que 14 años había, le pedía con muchas lágri¬mas, grandes instancias y con clamor de mi espíritu. Y era conocer mi misión. Dios en esto se me ha manifestado abier¬tamente y ahora estoy ya resuelto. Veas lo que voy a eje¬cutar»
(Mahón-Menorca, 19 noviembre de 1860: Carta a Gabriel Brunet: Barcelona. Cf. Escritos. Pág. 1114,2).
Silencio oracional.
5. REFLEXIÓN:
Hoy Francisco Palau nos invita a caminar: «Marcha…. Cf. Escritos Pág. 740,20
«Apareció en el monte un altar de oro, y sobre el altar el Evangelio y las vestiduras sagradas de sacerdote y dirigiéndose a uno de los príncipes que la rodeaban, dijo: Vestid a este mi ministro estas investiduras sagradas. Subí al altar, y me vistieron de sacerdote. Ella tenía en sus manos un libro y un crucifijo, y dijo: «Acércate a mí». Y me acerqué al trono donde estaba, y alargándome su mano derecha y extendiéndola sobre mi cabeza, me dijo: «Marcha, predica el Evangelio. Esta es la ley: «Amarás a Dios por ser El quien es, bondad infinita; y a tus prójimos como a ti mismo»», y me entregó el libro. Luego, extendiendo otra vez su mano derecha, me dijo: «Marcha, anuncia al mundo el perdón y la remisión de sus pecados». Y al entregarme la cruz, añadió: «Este es el signo de la redención y de la misericordia de Dios sobre la tierra; con su virtud destruirás el reino del pecado». Dicho esto, oyéronse cánticos celestes en el monte, mezclados con músicas muy suaves y dulces; y decían las voces: «¡Gloria a ti, oh Iglesia santa!, has triunfa¬do en la sangre del Cordero»
(Mis relaciones con la Iglesia: abril 1864, la mañana del 15)
6. ORACIÓN COMPARTIDA:
Con frases bíblicas y palautianas (se entregan previamente a cada uno para proclamarlas, se deja espacio para los que quieran expresar otras en forma espontánea)
* Dichosos/as los/as que se dejan guiar por el Espíritu cuando se ponen a caminar.
* Dichosos/as los/as que se fina de Dios-Abbá y quieren hacer su voluntad.
* Dichosos/as los/as que escuchan la Palabra y se orientan en el camino hacia Dios.
* Dichosos/as los/as que eligen el camino de la lealtad y la gratuidad.
* Dichoso eres Francisco Palau porque caminaste siempre en búsqueda de Dios y de los prójimos.
7. Canto final: «Bienaventurados»
8. ORACIÓN FINAL y Padre Nuestro.
Oh Dios, que por medio de tu Espíritu enriqueciste al beato Francisco, presbítero, con el don insigne de la oración y de la caridad apostólica; concédenos por su intercesión, que la amada Iglesia de Cristo, resplandeciente con la belleza de María, la Virgen Madre, sea más eficazmente sacramento universal de salvación. Por nuestro Señor.
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