Ultimo día. Gratitud
Yo soy la vid verdadera y mi Padre el viñador,
permaneced unidas a mí para dar frutos de AMOR
Con este deseo concluimos el encuentro. Los frutos del amor, de la vida, de la fraternidad se harán manifiestos en el día a día si vivimos unidas a Él.
Algunas palabras claves en nuestra experiencia de estos 15 días:
Gratitud. Agradecidas de ser parte de esta familia. Porque la Congregación es el espacio en el que Dios nos ha plantado para crecer como personas, en comunidad y enriquecer el carisma con lo que cada una somos.
Confirmar. Nos vamos con ganas de que Cristo sea el Señor de nuestra vida, que la Palabra marque nuestro caminar, de construir juntas el futuro.
Comunión. En el grupo había hermanas de Polonia, Italia, Portugal, Colombia, Corea, India y España. Hemos disfrutado de la acogida, escucha y valoración de la diversidad. Un auténtico baño de interculturalidad.
Construir. “Algo nuevo” con las cualidades de cada una. Estamos habitadas por el Espíritu de Dios, que como “El carpintero” sabe armonizar las diferencias para sacar adelante los mejores resultados.
Gracias a los que habéis seguido nuestro encuentro a través de la web. Y gracias por vuestro apoyo y oración.
Las participantes




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