Acompañando a las hermanas del Consejo General en la visita pastoral a Indonesia

Ha sido para mí un honor poder acompañar a la hermana Lila, junto con las hnas. Angélica y Loida, en la visita pastoral a las comunidades de Indonesia. El motivo, realizar el servicio de la interpretación de inglés a español y viceversa, facilitando así la comunicación con las hermanas en las reuniones comunitarias y en las entrevistas personales. No siempre ha sido fácil, primero, porque mi inglés necesitaría mucho más rodaje y, segundo, porque algunas de las hermanas indonesias también tienen cierta dificultad para expresarse en inglés, ya que su idioma habitual es “bahasa Indonesia”, pero éste era el modo más práctico y, efectivamente, y gracias sin duda al Espíritu con su don de lenguas, nos ha permitido comunicarnos.
Podría sintetizar mi experiencia en tres aspectos: primero, el descubrimiento de la riqueza natural y cultural de Indonesia; segundo, conocer las comunidades y las hermanas de esta Delegación, palpar su vida y su misión; y tercero, vivir de cerca la dedicación y el acompañamiento fraternal de las hermanas del Consejo General.
En cuanto al país, hay que saber que tiene más de 275 millones de habitantes (el cuarto país más poblado del mundo) y también más de 17.500 islas (sólo unas 6.000 habitadas). Nosotras sólo estamos en dos de las cinco islas más grandes: en Timor Oeste (NTT) y en Java. Los paisajes son diversos y hermosos: montaña, costa y muchos campos de arroz, un producto esencial en la alimentación cotidiana. Yo he podido ver animales y probar frutas y otros alimentos desconocidos para mí. Por otra parte, he visto un país que busca la unidad en la diversidad de religiones (es de mayoría musulmana, hay también hindús y budistas, y siguen los cristianos protestantes –herencia de la colonización holandesa- y los católicos –sólo un 3%), lenguas y dialectos, tradiciones culturales, etc.

Sobre las comunidades y hermanas, he podido compartir con ellas la alegría de celebrar 25 años de presencia en el país y de convertirse en una nueva Delegación dependiente de la provincia filipina; he conocido las 9 comunidades que hay en la actualidad y a muchas de las hermanas y a las jóvenes que están en las casas de formación (aspirantado, postulantado, noviciado y juniorado). He sentido su acogida sincera y su interés por obsequiarnos y hacernos sentir en casa; su apertura y el interés por todo lo relacionado con la visita pastoral y por el resto de la vida y misión de las demarcaciones; he escuchado a hermanas que sueñan con abrirse a nuevos proyectos de misión; he visto la fidelidad de las hermanas en la entrega a la misión formativa y el compromiso en las comunidades de proyección apostólica, sostenida siempre por un espíritu contemplativo, la vida de oración y la Eucaristía diaria; he podido conocer a familiares de hermanas y a muchas otras personas que las apoyan generosamente y que se interesan por conocer y vivir el carisma palautiano. Desde aquí quiero expresar mi sincero agradecimiento a todas y todos ellos: TERIMA KASIH!!!
Finalmente, quiero resaltar el esfuerzo, la dedicación, la cercanía fraterna y los detalles de Hnas. Lila Rosa, Angélica y Loida con todas las hermanas y también con los familiares y amigos de las hermanas, así como conmigo. Las hermanas de la Delegación han expresado su alegría por la visita, por haber experimentado el paso del Señor a través de ellas, como le ocurrió a Elisabet al encontrarse con María. Yo puedo decir lo mismo. Que el Señor las siga acompañando y que su Espíritu las ilumine para fortalecer la comunión congregacional entorno al carisma y al Evangelio, y para animar la vida y misión de cada hermana al servicio de la Iglesia y del Reino.
Hna. Irene Obradors cm
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