Cantaré eternamente, las misericordias del Señor,
(Salmo 88, 1)

Muy queridas Hermanas:
Al comienzo de julio, mes carmelitano, donde la presencia de María, Madre del Carmelo se hace más cercana, el Señor ha llamado a nuestra querida Hna. María Concepción Uribarri Gallarzagoitiaa participar en el Banquete del Reino. Falleció el día 04 de julio de 2014 en la comunidad «Nuestra Señora de las Virtudes», Tárrega (Lérida). Tenía 97 años de edad y 70 de Vida Consagrada. María ha escuchado su petición, la invocaba constantemente y le confiaba “todas sus cosas”; ya está con ella cantando las misericordias y la fidelidad del Señor en la patria eterna.
Hna. María Concepción nació el 9 de junio de 1917, en Amorebieta (Vizcaya) y profesó en Pamplona el 1 de marzo de 1944. Ha estado en varias comunidades: Noviciado de Pamplona; Sanatorio de Usurbil; Clínica “La Alianza” de Sabadell; Mutua de Tarrasa; Barcelona-Casa Madre; Residencia de Berga; Casa de Ejercicios de Es Cubells, de nuevo en Berga y finalmente en Tárrega donde ha fallecido. Una larga trayectoria de vivencia vocacional y de entrega al servicio de “Dios y los prójimos”.
La fotografía que contemplamos, arrugada por los años y la enfermedad, no refleja su interior, pues las hermanas que la hemos conocido y las personas con las que se ha relacionado, tenemos un grato recuerdo y podemos testimoniar que Conchita era una persona buena, sencilla y entregada, alegre y servicial, con un compromiso real de “amar y servir, de hacer felices a los demás”; compromiso que ha ido haciendo realidad en los trabajos sencillos y escondidos (lavadero, ropería), que exigían esfuerzo, dedicación y voluntad de servicio.
En las comunidades compartía fe y vida, expresión de su vivencia teologal y profundidad interior. Su alegría y buen humor han favorecido y creado buen ambiente en las comunidades. Era muy amena, tenía siempre alguna historia que contar, historias cargadas de vida y de gratitud por lo vivido y realizado; recuerdos agradecidos para las hermanas y personas con las que ha vivido y trabajado.
¡Gracias Concepción! Te recordaremos siempre por el testimonio de vida, por tu actitud cercana y fraterna, tu sonrisa y tu paz. Ahora tu misión es seguir intercediendo ante el Padre por todas nosotras y recordarnos que el “amor y la fidelidad del Señor” nos acompañan siempre, certeza que nos fortalece en el seguimiento a Jesús y en el servicio al Reino.
Un fuerte abrazo, en nombre del Consejo Provincial
María Esperanza Izco
Madrid, 14 de julio de 2014
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