“Estoy a la puerta y llamo”.

Seguimos celebrando, con agradecimiento y esperanza, el Paso a la Vida de nuestra HERMANA FRANCISCA FONT COSTA, la gran misionera que sembró semillas de evangelio y de carisma en tierras de la India. Falleció el día 2 de junio de2017, a los 94 años de edad y 72 de Vida Consagrada, en la comunidad “Santa Teresa”, enfermería de la Casa Madre, Barcelona.

Camino recorrido
Hna. Francisca nació en Terrassa (Barcelona), el 29 de noviembre de 1922. Profesó en el noviciado de Pamplona el 2 de marzo de 1945. Con reconocimiento y gratitud recordamos su trayectoria vocacional y misionera, especialmente su presencia y actividad en la India. Es bueno refrescar, en este momento congregacional, algunas páginas de nuestra Historia; las encontraremos en el Tomo IV, capítulo XIII que comienza así: “El 1954 fue un año crucial en la Historia del Instituto…el 16 de octubre llegaban a su destino de Junagadh (estado de Gujarat) las Carmelitas Misioneras Francisca Font…” Y sigue narrando la Historia la misión en la leprosería de Junagadh, marcada por la precariedad y las privaciones, los sacrificios y las incomprensiones y, en algún momento, hasta por la persecución. Su actitud valiente, su vida llena de fe y confianza en el Señor hizo posible recrear la vida en los leprosos y enraizar el carisma palautiano en otra cultura. Se alegran de su presencia los lugares y las comunidades de Junagadh, Mumbai, Ahmadabad, Sagbara, Malwany y Pune, donde ha vivido y trabajado intensamente. Destacamos también su presencia en los primeros pasos de la Congregación en Filipinas, del 1964-1971. Este año, regresa de nuevo a las comunidades de la India. Fue la primera Viceprovincial de la Demarcación y realizó varios servicios en formación y gobierno. Por motivos de salud y, con gran dolor por su parte, regresa a España; fue destinada a finales del 2007 a la enfermería de la Casa Madre, Barcelona; allí continúo siendo misionera de corazón y, como es natural, fue aceptando el plan del Señor de morir en España y no en la India donde siempre soñó. ¡Gracias Francisca!

Huella que ha dejado:
Su huella ha marcado el camino del Carmelo Misionero en la India; destacamos lo más significativo: espíritu misionero y gozo vocacional; fidelidad y entrega; identidad y sentido de pertenecía; disponibilidad para la misión Ad Gentes y desprendimiento; vivencia teologal y fortaleza de ánimo para afrontar las dificultades; entrega y sacrificio; capacidad de acoger y valorar al otro, de encarnarse en otra realidad cultural y religiosa.
Su vida y “buen hacer” dejaba huella en los demás y despertaba en ellos el deseo de seguir al Dios que la hacia feliz. Muchas jóvenes, hoy Carmelitas Misioneras, bebieron en la fuente de su identidad carismática y se dejaron contagiar por su estilo de vida y misión al servicio del Reino.
Juntas damos gracias al Señor por el testimonio de su vida. Confiamos en que Hna. Francisca, mujer de corazón universal, interceda ante el Padre por la Congregación para que el espíritu misionero siga vivo en cada una de las Carmelitas Misioneras.
Hna. Carmen Ibáñez Porcel
Madrid, 14 de junio 2017
0 comentarios