Si vivimos, vivimos para el Señor,
si morimos, morimos para el Señor…,
en la vida y en la muerte somos del Señor.
(Rom 14,8)
El día 29 de noviembre de 2022, sábado día, en que siempre recordamos a María, nuestra Hna. Gloria Mendiola Zarandona ha sido llamada a participar de la Pascua en la “Casa del Padre”. Falleció en la comunidad de “El Carmen” en Burgos.
Hna. Gloria nació en Amorebieta (Bilbao), el día 16 de abril de 1927, en el matrimonio formado por Venancio y Cecilia. Ingresó en el Carmelo Misionero el día 24 de febrero de 1951 y profesó como Carmelita Misionera el día 30 de agosto de 1952, en Pamplona.
En sus setenta años de consagración al Señor, vivió su trayectoria vocacional y apostólica, en el campo de la salud, al servicio de Dios y de los hermanos, en las comunidades donde fue destinada: Pamplona, Tarrasa (Barcelona), Tortosa (Tarragona), Barcelona, Sabadell (Barcelona), Gironella (Barcelona), Benicasín (Castellón), Es Cubells (Ibiza), Roma (Italia), Tárrega (Lérida), Ciudadela (Menorca), Cizur (Pamplona) y Burgos.
Muchas hermanas recuerdan sus detalles y atenciones a las hermanas que pasaban por Ibiza a la preparación de votos perpetuos, los grupos de relectura del Carisma o Ejercicios Espirituales. El cuidado a los sacerdotes y otros religiosos de la isla y a los guías de Es Vedrá. Exquisita la relación con los vecinos y feligreses del seminario.
En Menorca destaca el gran amor mostrado a la diócesis y los pequeños grandes detalles con los obispos, sacerdotes, catequistas…
Desde Gironella fomentó los encuentros fraternos de las comunidades de Berga, Gironella y Navás. En Tárrega guardan un grato recuerdo de su relación con los médicos y trabajadores del Hospital.
Destacó por su entrega generosa, por su buen hacer desde la alegría y la sencillez de vida. En los últimos años de su vida, dolorosos por su enfermedad, demostró una gran fortaleza y serenidad en el sufrimiento, ganándose el cariño y respeto de las personas que la han cuidado y siendo un ejemplo para todas. Gloria, estamos muy orgullosas de haberte tenido entre nosotras ¡Ojalá sepamos imitarte!
Damos gracias a Dios por sus 91 años de vida entregada a Dios y a la Iglesia. Estamos seguras de que María la ha conducido hasta los brazos de su Hijo, y ya vive desde esa una presencia nueva y resucitada. Ella nos acompaña y ayuda a todas las Carmelitas Misioneras.
Oramos por ella y por nosotras para que este “nuevo paso” del Señor
reavive nuestra esperanza en la Pascua de Jesús y en el encuentro de las hermanas que nos han precedido.
Madrid 8 de noviembre de 2022
Hna. Cecilia Andrés
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