“Yo soy la resurrección y la vida”.

En este mes carmelitano está llegando “la hora” a varias Carmelitas Misioneras de nuestra Provincia. Es una invitación especial del Señor a celebrar la fiesta del Carmen en Su casa. En este mismo día 14 de julio de 2016 el Señor también “llamó a la puerta” de nuestra HNA. MARIA LUISA RUIZ PÉREZpara que viva eternamente el gozo y la paz. Ha fallecido a los 91 años de edad y 65 de Vida Consagrada en la comunidad “El Carmen”, Burgos.

Camino recorrido
María Luisa nació el 23 de marzo de 1925, en Santander (Cantabria). Profesó en el Carmelo Misionero el 31 de agosto de 1950 en el noviciado de Pamplona. Otra gran misionera, que vivió y trabajó por la extensión del Reino en varios lugares de la geografía congregacional. Del 1951 al 1953 estuvo en Barcelona, La Alianza, breve etapa de preparación para la misión “ad gentes”. En 1953 pisó tierras argentinas y estuvo en las comunidades de Rosario, Buenos Aires, Tucumán, Villa Mercedes (Argentina) y en tierras peruanas en las comunidades de Arequipa y Chimbote. Lugares misioneros donde María Luisa fue presencia testimonial de una entrega generosa a los hermanos, especialmente a los enfermos y necesitados. Carmelita Misionera, que junto con otras hermanas, fueron enraizando el carisma y entrando por donde veían “puerta abierta”, con un estilo evangélico y palautiano. En 1976 regresó a Europa, estuvo en Roma, comunidad Padre Palau. En España, vivió y trabajó en varias comunidades, señalamos las más significativas por tiempo y servicio: Torrelavega, Santander, Salas de los Infantes (Burgos) y Burgos “El Carmen”, donde ha vivido con serenidad la última etapa de su existencia y con esa serenidad ha entrado en la casa del Padre.

Huella que ha dejado:
La entrega generosa y el amor al Carmelo Misionero; se interesaba por la Congregación, hacia suyas sus alegrías, preocupaciones y proyectos; oraba por todo. Su gozo vocacional y su sentido comunitario y fraterno. Persona de fe, orante y contemplativa para descubrir al Señor en las personas y en los acontecimientos que han ido tejiendo su historia personal. Mujer de paz, sencilla y de buenas relaciones. Acogedora, afable y agradecida. Carmelita Misionera de corazón universal y de gran espíritu misionero.
Con sentido fraterno agradecemos la vida, la vocación y el servicio de nuestra Hna. María Luisa. Hoy celebramos su paso a la Vida, reconocemos la huella de su entrega a la Iglesia, a las comunidades y a los más necesitados en diferentes pueblos y ciudades. Nos unimos pidiendo al Señor que la acoja en su Reino de amor y misericordia. Y confiamos en su intercesión ante el Padre.
Hna. Carmen Ibáñez Porcel
Madrid, 14 de Julio de 2016
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