“Venid, benditos de mi Padre,
(Mt. 25, 34-40)
porque lo que hicisteis al más pequeño
a mí me lo hicisteis”

Muy queridas Hermanas:
El Señor sigue llamando a las puertas de nuestra Provincia. El día 24 de julio de 2013 nuestra querida Hermana María Natividad Prieto Vega partió a la casa del Padre y ya está participando de la Pascua eterna. Tenía 91 años de edad y 72 de Vida Consagrada como Carmelita Misionera. Pertenecía a la comunidad “Santa Teresa”, Enfermería, Barcelona-Casa Madre.
Hna. María Natividad nació en Besande (León), el día 08 de septiembre de 1921 en una familia que ha enriquecido el Carmelo Misionero con otra hija, María Asunción que desde hace muchos años está en la Provincia de Argentina, actualmente en Arrecifes. Nuestra Hermana profesó en Pamplona, el 19 de julio de 1941.
Su misión apostólica ha sido plural: primero como educadora en el Colegio “Santa Teresa de Jesús” de Tarrasa; luego, atendió con delicadeza a “los miembros doloridos de Cristo” en el Instituto Frenopático de Les Corts y en la Clínica de La Alianza, Barcelona. Pero la misión que desarrolló con mayor eficacia y entrega incondicional fue la de Asistente Social. Era conocida y querida en Badalona y Barcelona por las personas más necesitadas: emigrantes, pordioseros, sin techo… y en los Centros donde trabajaba intentaba dar respuesta a la situación límite de sus protegidos, a quienes, además de ofrecerles ayuda asistencial, les evangelizaba con el testimonio. Su servicio apostólico la exigió una vida profunda de oración y de entrega a la comunidad. Desempeñó varias veces el servicio de Superiora, animando la vida espiritual de las Hermanas, impulsando la caridad fraterna y el amor a los más pobres.
Finalmente, en la comunidad de Santa María del Mar y en la Enfermería de la Casa Madre de Barcelona, donde ha fallecido, las Hermanas la han cuidado y atendido con cariño y delicadeza, pues era grande su deterioro físico. Silenciosa y paciente hasta el extremo; sin duda seguía orando por los pobres y necesitados y, cómo no, por la Congregación por la que trabajó con tanta dedicación y amor.
Gracias Hna. Natividad por tu vocación y por el testimonio de vida que dejas en las personas que se cruzaron en tu camino comunitario y en tu servicio al Reino. Estamos seguras, y nos alegramos de ello, que al recibirte Jesús te habrá dicho: “Ven bendita de mi Padre, porque cuanto hiciste a uno de esos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hiciste”.
Con cariño, en nombre del Consejo
Hna. María Esperanza Izco
Madrid, 26 de julio de 2013
0 comentarios