“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá,… (Jn.11, 25)

Muy queridas Hermanas:
Tenemos una nueva intercesora en la casa del Padre. Este año el Señor se está fijando, especialmente, en la comunidad de Tárrega. Ayer, día 9 de septiembre de 2015, falleció nuestra querida HNA MARIA (ASUNCION) PIÑOL FABREGATen la comunidad “Nuestra Señora de las Virtudes”, de Tárrega (Lérida). Tenía 84 años de edad y 58 de vida consagrada. Ya está celebrando la Pascua eterna.
Camino recorrido
María Asunción nació en Tarragona el día 14 de mayo de 1931, ingresó en el Carmelo Misionero en el año 1956 y profesó en el noviciado de Pamplona el 7 de noviembre de 1957. De Pamplona a Barcelona. Aunque era una mujer de corazón grande y universal, permaneció durante los casi 58 de Carmelita Misionera en Cataluña. Formó parte de las siguientes comunidades: Pamplona, Barcelona “San José”-Casa Madre, Lérida y Tárrega. Lérida era “su casa”, allí vivió durante muchos años, comunidad que quería y añoraba. Visitaba a los enfermos, a quienes les ofrecía consuelo y compañía. En las comunidades donde ha vivido, ha mantenido una bonita actitud de disponible fraternidad, colaborando en los servicios comunitarios, ayudando en todo lo que podía a las hermanas y contribuyendo a un ambiente de familia y de comunión. Cuando su mente comenzó a deteriorarse fue destinada a Tárrega, donde ha vivido con paz y serenidad los últimos años de su vida y con esa misma paz ha llegado a la casa del Padre.
Huella que ha dejado
El amor a la Familia del Carmelo Misionero, el gozo vocacional y el sentido comunitario. La actitud orante y contemplativa para descubrir al Señor presente en las hermanas, los ancianos, los necesitados. Mujer de paz; alegre, fraterna y de buenas relaciones con todos. Acogedora y agradable. Hasta el final de su vida mantuvo la simpatía, el buen humor. La gratitud. Últimamente no recordaba muchas cosas, pero valoraba y agradecía los gestos de atención y la ayuda de las hermanas de la comunidad.
Agradecemos su vida y su vocación al Carmelo Misionero, la huella del amor y la entrega al servicio de la comunidad y de la Iglesia. Nos unimos pidiendo al Señor que la acoja en su Reino de amor y misericordia.
Un abrazo, en nombre del Consejo Provincial
Hna. Carmen Ibáñez Porcel
Madrid, 10 de septiembre de 2015
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