Si vivimos, vivimos para el Señor, si morimos, morimos para el Señor…, en la vida y en la muerte somos del Señor. (Rom 14,8)

Nuestra hermana, Mª Pilar Clemente Rivera, (también llamada Virtudes, Eladia, Josefa y Dolores), ha sido llamada a participar de la Pascua del Señor en la “Casa del Padre”. Falleció el día 22 de abril de 2022 en la Comunidad de “Santa Teresa de Jesús” Barcelona-Sants.
Hna. Pilar nació en Manzanares (Ciudad Real) el día 18 de febrero de 1927. Ingresó en el Carmelo Misionero el día 24 de febrero de 1948 y profesó como Carmelita Misionera el día 3 de Julio de 1949 en Pamplona.
Vive su trayectoria vocacional y apostólica al servicio de Dios y de los hermanos, especialmente en el campo de la educación, en las comunidades de: Pamplona, Barcelona, San Sebastián, Zaragoza, Santa Lucía de Gordón (León), Zaragoza, Rincón de Soto (La Rioja). En la última comunidad donde vivió, Barcelona-Sants, estuvo dedicada al voluntariado social. Atenta a las necesidades del barrio y de la gente más necesitada, acompañando a otras religiosas y laicos a la estación de tren de Sants para salir al encuentro de las personas sin techo y llevarles bocadillos y comida caliente.
Las Hnas. la recuerdan como una persona de muchas relaciones y fiel a la amistad con sus exalumnas. Algunas seguían visitándola y compartiendo vida con ella, a algunas las animó a ser voluntarias en la enfermería de la Casa Madre. Así mismo vivió muy cercana a las personas que asistían a la Eucaristía en la comunidad, entre las que hizo buenas amistades.
Persona muy cercana y fraterna en la comunidad. Capaz de crear buen ambiente. Positiva, alegre y servicial. Vivió su enfermedad con realismo y fortaleza, agradeciendo al Señor toda la vida que de Él había recibido. Con mucho interés por la vida de la Provincia, especialmente por los colegios. Expresó muchas veces el deseo de una muerte rápida y en casa y así fue.
Damos gracias a Dios por sus 95 años de vida en fidelidad al Señor a quién tanto quería, y por sus 72 años como Carmelita Misionera. En la comunidad sentimos su ausencia y a la vez su presencia nueva y resucitada en el Señor, seguras de que sigue acompañando y ayudando a las Carmelitas Misioneras.
Oramos por ella y por todas nosotras para que este “nuevo paso” del Señor reavive nuestra esperanza en la Pascua de Jesús y en el encuentro de las hermanas que nos han precedido
Hna. Cecilia Andrés
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