“Al atardecer de la vida
te examinarán del amor.…”
Muy queridas Hermanas:
Con esperanza en la resurrección os comunico el “paso a la Vida” de nuestra querida Hna. Milagros Simón Planillo , que falleció el día 30 de julio de 2011 en la comunidad “El Carmen”, de Burgos, a los 89 años de edad y 65 de Vida Consagrada. Oramos por ella y pedimos al Padre que la acoja en su Reino de amor y misericordia.
Hna. Milagros nació en Nepas (Soria), el día 22 de mayo de 1922. Profesó en Pamplona el 1 de marzo de 1946. La misión la realizó, principalmente, en las comunidades educativas de Villafranca de Oria, Zaragoza, Santa Lucía de Gordón y Medina del Campo.
También estuvo en la comunidad “El Carmen” de Burgos, de donde salió en el 2004 para integrarse, temporalmente, en la vida familiar con permiso de ausencia y atender a sus dos hermanas mayores y enfermas.
Mujer de fe y caridad, amable y delicada en el trato, bondadosa y servicial, de profunda vivencia espiritual, amante de María, Madre del Carmelo, a quien veneraba con especial confianza, comprometida con la educación de niños y jóvenes. Durante los años que ha vivido en la casa familiar de Soria ha estado muy vinculada a la Provincia, ha vivido con sencillez y austeridad, ha experimentado la enfermedad y el deterioro físico. Las Hermanas y los respectivos Consejos Provinciales han sido conscientes de la situación en que vivían las tres hermanas y, con ellas, han buscando diferentes alternativas. En este proceso de búsqueda, se ha constatado que cada acontecimiento y situación “tiene su hora” y, en este caso, “su hora” la han marcado las condiciones físicas de Hna. Milagros y su incapacidad para seguir atendiendo a su hermana. En febrero del 2011, se integró en la comunidad “El Carmen” de Burgos. Todas nos alegramos de su regreso y ella, durante estos meses, ha experimentado el gozo de participar en la vida comunitaria y ha sentido, de forma nueva, la fraternidad, el apoyo y el cariño de las hermanas.
Un largo camino en el que Hna Milagros ha vivido el mandamiento del AMOR, desde la vida comunitaria, familiar y la relación con otras personas del entorno, consciente de que a la tarde de la vida sería examinada de esta asignatura. Ha pasado el examen, demostrando la “sabiduría evangélica”, y una vez más, “a la tarde” ha escuchado las palabras del Maestro:
“lo que hicisteis a uno de estos pequeños a mi me lo hicisteis”.
Damos gracias por la vida, la vocación de carmelita misionera y el servicio al Reino de nuestra Hna. Milagros. Pedimos para ella la Pascua eterna; a la vez, encomendamos a su intercesión las necesidades de la Iglesia y del Carmelo Misionero.
Un fuerte abrazo, en nombre del Consejo Provincial.
María Pilar Miguel
Madrid, 30 de julio de 2011
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