
“Te amo tú lo sabes:
mi vida es lo menos que puedo ofrecerte en correspondencia a tu amor” (Fco.Palau)
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Amanecía un día 7, fiesta para todo el Carmelo Misionero, pero la fiesta plena estaba en el cielo, y a esa Fiesta quiso el Señor llamar a Hna. Mª Pilar Bouza Evia para que la celebrara con Él, en la “Casa del Padre”, con todos los santos del Carmelo, con Francisco Palau. Así nos dejó en la mañana del día 7 de noviembre de 2022, en Barcelona, “Casa Madre-San José”.
Hna. Mª Pilar Bouza Evia nació en Ferrol (La Coruña) el día 24 de octubre de 1932. Ingresó en el Carmelo Misionero y profesó el día 11 de noviembre de 1956 en Pamplona.
En su trayectoria vocacional y de servicio a los demás, fue tejiendo su vida en el mundo de la educación, en nuestros colegios, fue una gran educadora, muy cercana a las alumnas, profesores y familias. La Asociación de Exalumnas del Colegio «Mare de Deu del Carme» del Prat de Llobregat (Barcelona), fundada por Hna. María Sans, la recuerdan con mucho cariño.
En uno de sus destinos fue a Roma a prepararse para formadora y formó equipo con Hna. Juana Irribarren. En la antigua Provincia de Barcelona fue Consejera y Secretaria Provincial. Tenía y sentía un amor especial por las hermanas mayores a las que visitaba con mucha frecuencia.
Toda una institución en la Casa Provincial, por su trabajo y disponibilidad. Destacaba su alegría y generosidad, generando sentido fraterno a su alrededor. Dispuesta siempre para organizar fiesta, celebrar la vida y la vocación de Carmelita Misionera. Compaginando todo eso con su colaboración a favor de las Misiones, con las Hnas. Socorro Iñigo y Petra de Gracia.
Su entrega y misión la llevó a vivir en distintas comunidades: Pamplona, Prat de Llobregat, Roma, Barcelona, Navas (Barcelona).
Ya hace años, por su enfermedad, tuvo que ser trasladada a la enfermería de la Casa – Madre donde por su manera de ser ha sido muy apreciada y querida por hermanas, dirección y cuidadoras.


Los últimos años ya no podía hablar, pero su sonrisa y su alzar las manos en cuanto te veía, llenaban de gozo el corazón. ¡Cómo echamos de menos tu sonrisa Pilar!
Ha sido una gran mujer que ha dejado huellas imborrables en la vida de muchas personas.
Agradecemos el don de sus 90 años de vida y su alegre testimonio vocacional, así como sus 65 años de Carmelita Misionera, y le pedimos al buen Dios que la acoja en su Reino de luz, amor y misericordia, donde viva plenamente la eterna alegría.
Oramos por ella y por todas nosotras para que este “nuevo paso” del Señor reavive nuestra esperanza en la Pascua de Jesús y en el encuentro de las hermanas que nos han precedido
Hna. Cecilia Andrés
Madrid 16 de noviembre de 2022
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