«Con ansia he deseado
comer esta Pascua con vosotros…»
(Lc.22,15)
Muy queridas Hermanas:
En este día de Sábado Santo os comunico el “Paso a la Vida” de nuestra querida Hna. Pilar Casademont Simón. Falleció esta madrugada en la comunidad «Virgen del Carmen», Calle Inmaculada, 55, Barcelona. Tenía 99 años de edad y 67 de Vida Consagrada. Las hermanas que han estado cerca de ella durante los últimos días, han percibido que «esperaba al Señor» y deseaba celebrar la «Pascua en la casa del Padre». Esto se confirma con el sentimiento que ayer, por dos veces, transmitió a las hermanas: «Esta noche será grande» y realmente lo ha sido. El Señor la ha llamado definitivamente y, ella, con la lámpara encendida y llena de aceite, ha entrado al Banquete del Reino para celebrarla Pascua.
Hna. Pilar nació en Bagur (Gerona), el 29 de marzo de 1913. Profesó en Pamplona el 1 de marzo de 1945. Desde el inicio de su vida religiosa las Clínicas de “La Alianza” le ofrecieron el marco para poner de manifiesto, durante 49 años, su entrega, bondad y servicio a los enfermos, miembros dolientes del Cuerpo de Cristo. Su actitud con ellos era fruto de su profunda vida interior y de su amistad con el Señor. Su primer y último destino fue “La Alianza” de Barcelona. También estuvo en “La Alianza” de Lérida y en el Sanatorio Antituberculoso de “La Alianza” de Boltaña (Huesca). En ambas comunidades fue Superiora, destacándose por la acogida, el interés y las atenciones a las hermanas. En la misión, tenía muy presente las palabras de nuestro P. Fundador referidas al cuidado de los enfermos «es uno de los actos más sublimes de la caridad”. Los ayudaba, no sólo a recobrar la salud, sino a descubrir el valor redentor del sufrimiento.
Durante largos años ha vivido y servido en la comunidad de la casa ex-provincial de Barcelona. Muchas hermanas tenemos vivo el testimonio de su actitud orante, de su entrega y fidelidad vocacional, de su gran amor ala Congregación, de su participación en los actos comunitarios, allí estaba, cada día, en el primer banco de la capilla. Todas recordamos con gratitud su sonrisa y vivencia fraterna; su simpatía y acogida; su trato amable y bondadoso. Disfrutaba y hacía disfrutar en los recreos, en las fiestas, en las partidas de parchís; era experta en el juego, no le gustaba que le hicieran trampas.
Gracias Pilar por tu vida, vocación y servicio. Sabemos, que de forma resucitada, permaneces entre nosotras. Esperamos que intercedas ante el Padre por las Carmelitas Misioneras y especialmente por el II Capitulo Provincial; que sepamos resucitar con Cristo y ser sus testigos.
¡Feliz Pascua!. y un fuerte abrazo, en nombre del Consejo Provincial
María Pilar Miguel
Madrid, 7 de abril 2012
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