“Aquí estoy, Señor para hacer tu voluntad”
La muerte siempre nos sorprende; también nos ha sorprendido la muerte de nuestra Hermana Teresa Aizpurua Eceizabarrena. Falleció el día 10 de Febrero de 2022. Formaba parte de la comunidad “Mater Carmeli”, en Vitoria. Su paso a la Vida nos ha dejado paz, la paz con la que vivió; es la paz de los que “viven y mueren en el Señor”.
Teresa nació en Alegría de Oria (Guipúzcoa) el día 1 de noviembre de 1921. Profesó en el Carmelo Misionero el 30 de agosto de 1950 en Pamplona. Hace muy poco celebramos sus 100 años de vida y servicio.
Durante los 71 años de Carmelita Misionera ha vivido y trabajado en las comunidades de Granada, Madrid (casa provincial), Salamanca, Pamplona y Vitoria.
En ellas realizó una misión humanitaria muy hermosa, preparando con exquisita delicadeza y dedicación la comida. Era muy consciente de que entre “los pucheros andaba el Señor”, y Teresa era feliz entre ellos. Atendía con gran disponibilidad a quien más lo necesitaba. Ahí permaneció hasta que Dios quiso, como decía ella.
Su vida y su misión han sido un regalo para quienes la hemos conocido. Damos gracias por su vida, especialmente por el testimonio que nos ha dejado: el amor a las hermanas, su servicio desinteresado y sus muchos detalles fraternos. Por su actitud orante y su fortaleza de ánimo colaborando en la cocina hasta un mes antes de llegar al encuentro definitivo con el Señor.
Damos gracias a Dios por sus 100 años de vida y 71 de Carmelita Misionera. Un largo camino de muerte y resurrección al final del cuál Dios la llamó en Cristo Jesús. Ya está gozando de su presencia. Tenemos la seguridad que en forma nueva y resucitada permanece entre nosotros y seguirá acompañando y ayudando a las Carmelitas Misioneras.
Oramos por ella y por todas nosotras para que este “nuevo paso” del Señor avive nuestra esperanza en la Pascua y en el encuentro de las hermanas que nos han precedido.
Madrid, 15 de febrero de 2022
Hna. Cecilia Andrés
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