
“Te amo tú lo sabes: mi vida es lo menos que puedo ofrecerte en correspondencia a tu amor” (Fco.Palau)
Cuando recordábamos a María, en el día de su Presentación en el templo, nuestra Hna. Mª Teresa Fernández Laza, fue presentada por Ella, en la “Casa del Padre” para gozar para siempre de la paz y el gozo pleno. Era el día 21 de noviembre de 2022, y falleció en la comunidad “Mater Carmeli” de Vitoria.
Hna. Mª Teresa nació en Rubayo (Santander). Ingresó en el Carmelo Misionero el día 5 de noviembre de l960 y profesó el día 10 de mayo de 1962 en Pamplona.
Su amplia trayectoria vocacional y apostólica la llevó hasta lugares muy lejanos de su patria, teniendo que adaptarse a distintas razas, lenguas y costumbres. Excelente enfermera para todos: Europa, Asía, África. Vivió en distintas comunidades: Pamplona, Barcelona, Es Cubells (Ibiza), Oviedo, Vitoria, Kuwait, Roma, Quenzo City y Bacolod City (Filipinas), Londres, Nairobi y Kitengela (Kenia).
Una gran misionera, siempre disponible y generosa, con un corazón universal que ha transmitido el carisma palautiano en varios lugares de la geografía congregacional. En estos países fue abriendo caminos, dejando la huella de la entrega y la disponibilidad que la caracterizaban. Ejerció múltiples responsabilidades en formación y en gobierno donde destacó por su sencillez, clarividencia y acierto en la toma de decisiones. Todavía estuvo en el último capítulo general actuando como traductora algo que hacía de maravilla con discreción y profesionalidad.
Recordamos a Teresa con gratitud y cariño: persona buena, humana, cercana, sensible y atenta a las necesidades más urgentes del entorno; tenía siempre la puerta abierta de su corazón para acoger a las personas de diferentes razas, culturas y religiones. Con fortaleza de ánimo ha sabido superar las muchas dificultades encontradas en la misión. Teresa era mujer fuerte en la fe y la esperanza; sencilla y solidaria, orante y contemplativa. Muy amante de la Congregación, a la que ha entregado lo mejor de sí misma, como ha hecho con Jesús, y ha puesto al servicio de las hermanas los muchos talentos que el Señor le entregó.


Ha vivido su enfermedad y rápido deterioro con paz y serenidad, siempre con la sonrisa de gratitud en sus labios, y así se ha ido al Cielo, donde ya está disfrutando de la presencia del Señor y de todos los familiares que la han procedido.
¡Gracias Teresa! Se va al cielo una gran misionera, siempre disponible y generosa, con un corazón universal que ha transmitido el carisma palautiano en varios lugares de la geografía congregacional. Te despedimos con la certeza de que ya estás gozando de la Vida nueva y resucitada, y desde allí sigues intercediendo por tu familia y por todas las Carmelitas Misioneras.
Agradecemos al Señor sus 80 años de vida y 60 al servicio del Señor como Carmelita Misionera, así como su testimonio misionero universal en servicio de los más pobres.
Madrid 25 de noviembre de 2022
Hna. Cecilia Andrés
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