Muy queridas Hermanas:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá”, con estas palabras de esperanza os comunico el “paso ala Vida” de nuestra querida Hna. María Sautua Abrisqueta, fallecida el día 8 de abril de 2011 alos 90 años de edad y 60 de vida consagrada; ya está gozando de la presencia del Señor. Pertenecía a la comunidad “Mater Carmeli”, Enfermería de Vitoria, donde las Hermanas la han cuidado con cariño y la dedicación; para cada una de ellas nuestra gratitud.
María nació el día 31 de marzo de 1921 en Basauri (Vizcaya) y profesó el día el día 14 de abril de 1950 en Pamplona. Durante los 60 años de Vida Consagrada ha vivido con gozo su vocación de Carmelita Misionera y su entrega al servicio del Reino. Su principal actividad ha sido en psiquiatría en el Hospital San Carlos de Joliette (Canadá). Fue una de las fundadoras de la comunidad “Notre Dame du Carmel”. Por su responsabilidad y buen hacer, su capacidad para trabajar en equipo y las buenas relaciones entre el personal del Hospital fue nombrada Enfermera Jefe del departamento de Cirugía; una larga vida de entrega en la comunidad y a los enfermos, del 1959 al 1988, fecha en que tuvo que regresar a España por falta de salud.
En las comunidades donde ha vivido y trabajado: Perpignan, Vitoria “Mater Carmeli” y, especialmente, Joliette la recuerdan con cariño y admiración. En cada una de ellas permanece su testimonio de acogida, bondad, servicio y espíritu misionero. Su presencia favorecía un ambiente de paz y de comunión en la comunidad. Siempre estaba dispuesta a colaborar y ayudar a quien lo necesitaba.
Con gran dolor por su parte y también de la comunidad, tuvo que regresar a España y fue destinada ala Casa Provincial de Vitoria; sin embargo, no mostró resentimiento alguno, hizo un gran esfuerzo por adaptarse a la nueva situación y trabajar como una más, silenciosamente, y con gran espíritu fraterno. Estaba dispuesta para todo, llegó incluso a colaborar con el hortelano en los trabajos dela huerta. Pasóa la enfermería provincial el año 2000, afectada por la enfermedad de Alzheimer; una enfermedad larga y dolorosa que supo llevar con paz, serenidad y fortaleza.
Gracias María por tu testimonio de vida y por acoger la cruz; ahora descansas en la paz del Señor. Después de un largo vía crucis has resucitado con Cristo y estás celebrandola Pascuacon Jesús. Nosotras te recordaremos siempre, contamos con tu intercesión ante el Padre.
Con cariño, en nombre del Consejo.
María Pilar Miguel
Madrid, 11 de abril de 2011
0 comentarios