Esta plegaria está pensada para comenzar el Adviento. Por eso se propone un Pregón

1.- INTRODUCCIÓN.- Con el Adviento vamos a comenzar un nuevo año litúrgico. Es tiempo de preparación, tiempo de espera. El Señor viene. No es mera visita, para luego marcharse o desaparecer. No viene para unas simples fiestas, ni para llenarnos de sentimientos para con el “niño Jesús”, ni para animarnos a consumir y repartir unos regalos, ni para animarnos a comprar la lotería de los “millones”. Viene a buscar al ser humano.
Viene a despertarnos de las sombras nocturnas, a ponernos en vela para acceder a la luz del día, del amor, de la esperanza, de la verdad, de la justicia, del perdón, de la paz. Viene a llenarnos de su espíritu salvador. Viene a quedarse.
Nosotros, esta tarde, hacemos una pausa en medio de tantas ocupaciones y tantas prisas, para poner a punto la esperanza. Que el Señor nos despierte y nos anime. Que el desencanto y la rutina no nos posean. Nos ponemos delante de Dios. Nos ponemos en sus manos. Le dejamos sitio en nuestro corazón, en nuestra vida.
Sonido de campañas
2.- PREGÓN DE ADVIENTO.- ( El lector del Pregón debe hacerlo proclamando )
. Despertad, que empieza un nuevo día, un día que alumbra la esperanza. Quitad de vuestras vidas la rutina, que la tristeza no invada vuestras almas.
. Abrid, que entre la luz, todas las puertas, abrid, que entre la brisa, las ventanas. Que brote la flor y la sonrisa y se limpien de mal de ojo las miradas.
. Habrá muchos, seguro, que lo ignoren, por eso, id a gritarlo por las plazas: El Dios del amor y la ternura pasará por la puerta de tu casa. Vigila, estate atento, pues seguro, te pide que le dejes visitarla.
. Traerá vestidos nuevos para todos. Vestidos perfumados por su gracia. Y las viejas rutinas que nos duermen, quedarán para siempre trasnochadas, porque siempre su luz y su presencia nos regalan la vida renovada.
. Que el pánico no cunda entre nosotros, cuando vemos que el mundo tanto cambia. El Señor está cerca, ¿No lo sientes?, él pasa a nuestro lado y nos levanta.
. ¡Es Adviento! Que es tiempo inundado por la gracia. Isaías, María y el Bautista con su cálida voz nos acompañan. A los desencantados y aturdidos, a los que nada ven, ni esperan nada, a los que la injusticia ha empobrecido, ¡que alumbre con más fuerza la esperanza!.
. Se desenrolla el estandarte del Adviento que decorará el presbiterio durante las cuatro semanas. – Mientras, sonido de campañas – .
. CANTO.- Ven, ven Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos, ven, ven Señor, no tardes, ven pronto Señor.
1.- El mundo muere de frío, el alma perdió el calor; los hombres no son hermanos, el mundo no tiene amor.
– Ven, ven Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos, ven, ven Señor, no tardes, ven pronto Señor.

3.- ORACIÓN
. Lector 1
Necesitamos, Señor, justo en estos momentos, escuchar palabras ilusionantes. Necesitamos escuchar profetas que animen nuestra esperanza. Necesitamos convencernos de que las promesas de los antiguos profetas han tenido su realización en Jesucristo, por quien tú has reconciliado todas las cosas. Gracias a ellas sabemos, esperamos, que la guerra y sus terribles secuelas no son la última palabra de la historia de los hombres. Que la paz no es un vago y vaporoso deseo de gente ingenua, utópica, que no tiene los pies en el suelo. Tu promesa nos hace descubrir que la paz es el destino de la humanidad, el estado natural de la naturaleza y el designio de Dios. Que los que pecan de falta de realismo son los que promueven la guerra, porque no confían en el hombre y sus recursos; porque no se atreven a hacer la experiencia de la no violencia; porque no son capaces de experimentar que al mal sólo se vence con el bien; a la injusticia, con el perdón; a la violencia, con la paz.
. CANTO.- Ven, ven Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos, ven, ven Señor, no tardes, ven pronto Señor.
2.- Envuelto en sombría noche, el mundo sin paz no ve, buscando va una esperanza, buscando, Señor, tu fe.
– Ven, ven Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos, ven, ven Señor, no tardes, ven pronto Señor.
4.- LECTURA BÍBLICA.- (Lector 2 y 3 alternándose. Selección de textos del profeta Isaías)
. Lector 2.- Necesitamos palabras de esperanza, por eso recurrimos a Isaías, el profeta del Adviento, por medio del cual tú, Señor, nos sigues diciendo cosas maravillosas:
– “Brotará un renuevo del tronco viejo de Jesé, un vástago florecerá de su raíz”.
– “No juzgará por apariencias… hará justicia a los sencillos… será la justicia el ceñidor de sus lomos… Habitará el lobo con el cordero”.
– “Sed fuertes, no temáis… se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará… Llegarán los rescatados, los liberados del Señor. Llegarán entre gritos de júbilo; la alegría iluminará su rostro, gozo y alegría los acompañará, la tristeza y el llanto se alejarán”.
. Lector 3
– “Convertirán las espadas en arados, sus lanzas en podaderas. No alzará la espada nación contra nación ni se prepararán más para la guerra”… Venid, caminemos a su luz”.
– “Al final de los tiempos estará firme el monte de la casa del Señor… “
– “Hacia él confluirán las naciones, caminarán pueblos numerosos. Dirá: venid, subamos al monte del Señor…”
– “¡Yo haré derivar hacia ella, como un rio la paz, como un torrente la justicia”.
Silencio oracional – Música (J.S. Bach. Cantata 147. Versión solo orquestal).

5.- ORACIÓN
. Lector 2
Pero, ¿para cuándo, Señor, el cumplimiento de estas promesas?. ¿Para cuándo llegará el día en que la justicia y la paz se besen?. ¿Para cuándo ese día en que los hombres vuelvan a ser hermanos?. ¿Para cuándo el respeto a la obra de tus manos?. ¿Hasta cuándo las mareas negras del egoísmo, del afán de lucro, de los negocios sucios, seguirán avanzando por nuestros mares, destrozando tu obra, Señor?. ¿Hasta cuándo guerras, los atentados terroristas, las reacciones violentas entre los pueblos?.
En medio de tantas preguntas nuestra oración se vuelve ahora hacia ti para pedirte que nos enseñes a comprender tus palabras. Esta comunidad de hijos tuyos se presenta, Señor ante ti esta tarde con sus mejores deseos. Acoge también los deseos de tantos hombres y mujeres, que como nosotros no han perdido la esperanza y quieren ver tus promesas hechas realidad.
Silencio oracional – Música ( J.S. Bach. Cantata 182)
6.- SÍMBOLOS: – Corona de Adviento – Leccionario B –
. Lector 3
Uno de los signos ya familiares en nuestra celebración del Adviento es la Corona con cuatro velas, que se van encendiendo, semana tras semana. Es un reflejo de nuestra gradual preparación, de nuestro camino hacia la Pascua de Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que ha venido a disipar las tinieblas. El color verde de la corona simboliza la plenitud, la vida y la esperanza que Él nos ha venido a traer. Vamos a orar con estos símbolos. Nos va a ayudar también el canto de la corona, que en cada estrofa nos invita a renovar nuestras actitudes. También ponemos en lugar relevante el Leccionario del Ciclo B, que nos irá iluminando nuestro caminar durante todo un año.
Mientras se coloca la corona y el leccionario B, CANTAMOS:
– Ven, ven Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos, ven, ven Señor, no tardes, ven pronto Señor.
3.- Al mundo le falta vida, al mundo le falta luz, al mundo le falta el cielo, al mundo le faltas Tú.
– Ven, ven Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos, ven, ven Señor, no tardes, ven pronto Señor.
. CANTO.- Estrofa semi-tonada:
1.- Os anunciamos el gozo de Adviento/con la primera llama ardiendo/se acerca ya el tiempo de salvación/disponed, pues, la senda al Señor.
– Una persona trae encendida la primera vela y la coloca en la corona –
. Lector 3
“Se acerca ya el tiempo de salvación; disponed, pues, la senda al Señor”. Salva, Señor, al mundo de sus cegueras y de sus crueldades, de sus cadenas y sus miserias, de todas sus profundas llagas. Salva a los oprimidos que esperan justicia, a los hambrientos que sueñan con el pan, a los que no ven llegar el día de su libertad. Traemos ante ti, Señor, a todos los que necesitan y esperan la salvación, a todos los condenados al olvido, a la marginación, a la pobreza. Ven, Señor, a salvarnos.
. CANTO.- Ven, Señor, no tardes en llegar, y la paz al mundo le darás. Con tu luz podremos caminar; la noche se vuelve claridad.
-Breve pausa oracional
. CANTO.- Estrofa semi-tonada:
2.- Os anunciamos el gozo de Adviento/con la segunda llama ardiendo/el primer ejemplo Cristo nos dio/vivid unidos en el amor.
– Otra persona trae la segunda vela encendida y la coloca en la corona –
. Lector 2
“Vivid unidos en el amor”. ¿Cuándo los hombres dejarán de verse cono rivales?. ¿Cuándo dejarán de engañarse unos a otros?. ¿Cuándo dejarán de verse como objeto y mercancía?. ¿Cuándo los conflictos se solucionarán en la mesa del diálogo y no en el campo de batalla?. ¿Cuándo las espadas se convertirán en arados?. ¿Hasta cuándo el escándalo de la división entre los cristianos?. Traemos ante ti, Señor, a todos los que son víctimas del enfrentamiento, de las guerras, de las divisiones, de las leyes injustas, de las barreras racistas… Ven, Señor, únenos. Fortalece los lazos que nos unen y derriba las barreras que nos separan.
. CANTO.- Ven, Señor, no tardes en llegar, y la paz al mundo le darás. Con tu luz podremos caminar; la noche se vuelve claridad.
-Breve pausa oracional
. CANTO.- Estrofa semi-tonada:
3.- Os anunciamos el gozo de Adviento/con la tercera llama ardiendo/el mundo que vive en la oscuridad/brille con esta claridad.
– Otra persona trae encendida la tercera vela y la coloca en la corona –
. Lector 3
“El mundo que vive en la oscuridad…”. Necesitamos tu luz, Señor: Para iluminar nuestros rincones oscuros; Para alumbrarnos en nuestra noche oscura; Para guiarnos cuando vagamos perdidos y sin rumbo. Para aumentar nuestra fe. Para sacar a la luz la verdad y borrar la falsedad y la mentira. Ponemos ante ti, Señor, todas nuestras cegueras, nuestras oscuridades, ignorancias, desviaciones. Ven, pronto, Señor. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
. CANTO.- Ven, Señor, no tardes en llegar, y la paz al mundo le darás. Con tu luz podremos caminar; la noche se vuelve claridad.
-Breve pausa oracional
. CANTO.- Estrofa semi-tonada:
4.- Os anunciamos el gozo de Adviento/mirad la cuarta llama ardiendo/el Señor está cerca, fuera el temor/ estar a punto es lo mejor.
– Se trae la cuarta vela y se coloca en la corona –
. Lector 2
“El Señor está cerca, fuera el temor”… Necesitamos palabras de consuelo. Necesitamos que nos hables al corazón. Necesitamos que vengas y nos reconfortes. Necesitamos que nos quites el miedo al compromiso, el miedo a la pobreza, el miedo a ser los últimos, el miedo a amar sin reservas… Que nada nos turbe, y nada nos espante, pues sólo Tú bastas. Traemos ante ti, Señor, a todos los asustados, a todos los que tienen que andar huyendo, como fugitivos, de la pobreza, de la injusticia, de la opresión, a todos los que mueren en cayucos y pateras, a todos los que se quedan en el camino. Ven, Señor, confórtanos en nuestras debilidades. Ven, Señor, quítanos el miedo a ser libres.
. CANTO.- Ven, Señor, no tardes en llegar, y la paz al mundo le darás. Con tu luz podremos caminar; la noche se vuelve claridad.
7.- INVITACIÓN A LA ORACIÓN PARTICIPADA
– Acompañados con pensamientos de Santa Teresa de Jesús y del P. Francisco Palau o.c.d, se anima a todos a expresar su sentir en forma de resonancia, breve comentario u oración del pensamiento escogido.
. Lector 1.- Leerá en tono oracional los pensamientos de Santa Teresa (con música de fondo).
– “Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta”.
– “El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras”.
– “Es virtud de humildad no fiarse de si, sino creer que Dios, le ayudará para animar y consolar y enseñar a aquellos con quienes trata, y crece la caridad al comunicarse”.
– “Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene, nada le falta. La paciencia todo lo alcanza”.
– “Como es tanta la penuria de los tiempos que hoy pasamos, requiere Dios amigos fuertes para sustentar a los flacos”.
– “No es otra cosa oración, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama.
. CANTO.- Nada te turbe, nada te espante, solo Dios basta.
. Lector 2.- Leerá en tono oracional los pensamientos del P. Francisco Palau o.c.d. (sigue la música de fondo).
– “La paz habita en corazones unidos por el amor”.
– “Aprende a refugiarte en El, nunca serás mejor recibido que cuando vayas cargado de penas”.
– “Hay enfermedades que no están al alcance de los médicos y si a la vista del que ora”.
– “Cuando Dios me llama, nada hay de cuanto se me pone delante por terrible y desagradable que sea, que no lo asalte y atropelle”.
– “No tanto has de temer tus defectos cuanto la soberbia que impide el humillarse, confesándolos”.
– “Fomenta la luz interior, ella calentará tu corazón y dará fuerza a tus acciones”.
. CANTO.- Cuán bien cuidado está el que se fía de Dios, (bis) no temas.
. MOMENTO PARA COMPARTIR LIBREMENTE
. PADRE NUESTRO (haciendo corro con las manos unidas).
. Lector 3.- En el corazón del Adviento María se hace presente de una forma especial: Es la mujer nueva, llena de gracia, escogida por Dios y con un si total en su corazón. La discípula que acoge la Palabra, la abraza en su interior y nos enseña cómo esperar al Señor. La Madre que nos cobija y adentra en los misterios de Dios, donde nace la Iglesia, hermosa, sin mancha ni arruga.
. CANTO FINAL
– Santa María de la Esperanza, mantén el ritmo de nuestra espera, mantén el ritmo de nuestra espera.
1.- Nos diste al esperado de los tiempos. Mil veces prometido en los Profetas. Y nosotros de nuevo deseamos, que vuelva a repetirnos sus promesas.
2.– Brillaste como aurora del gran día. Plantaba Dios su tienda en nuestro suelo y nosotros soñamos con su vuelta. Queremos la llegada de su Reino.
PowerPoint
Adviento y Navidad. P Palau 6,9 MB
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